1947 - Partido Peronista - 2011

Un 15 de enero, hace 64 años, el movimiento nacional constituyó formalmente su fundamental herramienta de acción: el Partido Peronista.



Para la legitimación debieron zanjarse fuertes pugnas entre las diversas agrupaciones que habían consagrado a Juan Domingo Perón y Juan Hortensio Quijano en las elecciones del 24 de febrero del ’46 para asumir el 4 de junio.


La Junta Renovadora Radical, conservadores disidentes, independientes y el Partido Independiente (?) se allanaron al Partido Único de la Revolución creado el 21 de noviembre, pero muchos laboristas se retiraron porque sus referentes -de poderosa base sindical- impulsaban la organización vertical del movimiento sin intenciones de claudicar de sus principios básicos. Este desafío aportó al perfil de la nueva fuerza. El 15 de enero siguiente, la asamblea nacional decidió denominarlo Partido Peronista pero, tal vez advirtiendo que no era oportuno personalizar, el 23 de mayo se le cambió el nombre a Partido Justicialista y de ese modo participaría en las siguientes elecciones hasta el golpe de la Revolución Fusiladora.

      Luego, en la dinámica histórica, alternaría diversas denominaciones y hasta recurriría a llevar algunos candidatos provinciales, municipales o comunales en otros partidos durante la proscripción.
      Aunque en 1971 Lanusse aceptó la personería del Partido Justicialista, ya prácticamente el peronismo dejaría de usar su nombre, lo que provoca malestar en los llamados “pejotistas” que prefieren ver el nombre del Partido Justicialista y no, por ejemplos: FreJuLi y FreJuLiNa (1973), FreJuPo (1989) o FpV (2003 y 2007).
Corolario 1: El peronismo nunca se presentó en elecciones con el nombre de Partido Peronista.
Corolario 2: En comicios presidenciales, desde el regreso de Perón y bajo la denominación de Partido Justicialista, solamente ganó en 1995 para la reelección de Me#em, siendo derrotado en 1983 (Luder-Bittel) y 1999 (Duhalde-Ortega).
Corolario 3: El exacerbado “pejotismo” resulta contradictorio, dado que un objetivo básico del peronismo es la articulación de las fuerzas políticas, socioculturales y productivas de carácter nacional y popular mediante acuerdos programáticos y no meras alianzas electorales.

      Asimismo, en la dinámica histórica, no hay demasiado lugar a dudas de que fue el justicialismo el único instrumento usado para las reales transformaciones contemporáneas. Hasta puede decirse que el peronismo -como concepción de la política- trasciende a su génesis. No es desatinado afirmar que ya existía latente antes del glorioso octubre y que aquel grupo de hombres y mujeres tuvo la iniciativa y el coraje de organizar una estructura de soporte para la acción militante del gran movimiento nacional.
      No obstante, son demasiados los cantorcitos de contramano que continúan intentando descalificar el origen del partido, aduciendo que nació durante un gobierno de facto, pero soslayando que ese golpe había acabado con la Década Infame, iniciando el camino de industrialización y descoloniaje. Tampoco escasean los miembros de esa Intelligentzia “que lleva en su entraña la traición al país”, argumentando que el justicialismo tuvo el inicial impulso del GOU -despreciándolos recíprocamente por el vínculo con las Fuerzas Armadas en postrimerías de la Segunda Gran Guerra- pero evitan valorar el sustento ideológico aportado por la FORJA de Jauretche, Scalabrini y Manzi.


      Cuando uno habla desde adentro del peronismo y -lo que muchas veces es lo mismo- cuando habla del peronismo desde adentro de uno mismo, las palabras se tiñen de pueblo. No puede comprenderse al peronismo sino desde el alma, así como no puede describírselo sino en contacto con la realidad, cara a cara con las necesidades y brazo a brazo con su satisfacción. Ese es el plus que lo hace diferente, que hace distintos a los peronistas y que le brinda la mística que lo vigoriza ante las adversidades y lo alimenta con ingenio y coraje ante los desafíos.
      Por ello, el Justicialismo resulta indescifrable para tantos politólogos que deben refugiarse en sofismas y conceptos adquiridos por el uso común de muy pobre sustento teórico, plagados de parámetros que -por universales- carecen de aplicación para la particularidad que encarna el Movimiento Nacional Justicialista. No por afiliarse se es justicialista. Tampoco alcanza haber tenido cuna peronista y no deja de ser un recurso sensiblero, sino es necesario mamar, conocer, aprender y sentirlo.

“El actual equilibrio será roto porque es infantil pensar que se pueden superar sin revolución
las resistencias de las oligarquías y de los monopolios inversionistas del imperialismo.”

      Esperé hasta último momento del día para postear esta efeméride mientras observaba extrañado que ni en las calles y ni siquiera en las redes, se aludía al acontecimiento. Es más, efectué búsqueda de ‘Partido Peronista’ en Twitter y, para mi sorpresa, apenas dos nos habíamos referido al aniversario. Digo sorpresa, y no decepción, porque tengo el profundo deseo que la apocada celebración se haya debido a que los compañeros estuvieron demasiado ocupados mirando hacia adelante o, de última, porque evitaron herir susceptibilidades en estos tiempos en que peronistas y progresistas del Frente para la Victoria exacerban crispados planteos, pero entre ellos.
      El chicaneo en boga entre progresistas y peronistas se ejercita persistentemente como estrategia de fortalecimiento de unos -en desmedro de otros- con vistas al armado de listas electorales y estructuras funcionales y, a la vez, acentuando el versus en lugar del con... Pero son cuestiones diferentes aunque preposicionales en ambos sentidos.
      No son pocos los que justamente en esta particular coyuntura y adentro mismo del Frente para la Victoria -ya sea desde el PJ o desde innumerables agrupaciones políticas y sociales que satelizan en su centro- se encargan de poner palos en la rueda del carro que conduce Cristina. ¿Inoportunos, siniestros, saboteadores, inexpertos, egocéntricos, dogmáticos, …?


Ni yankee ni marxista: peronista!
      Bueno. Claro que mejor representado por Néstor que por Me#em y por Cristina que por Luder, pero soy peronista convencido de que es la única fuerza política transformadora de nuestra historia reciente. El peronismo no es un Club de Amigos ni una Entidad monárquica sucesoria ni funciona como el Rotary. El justicialismo es movimiento y esa entropía permanente lo nutre de ingenio divergente y variantes de acción con capacidad transformadora.
      Por eso prefiero a Cristina, con casi todos, con los técnicos y los mediáticos, con los intelectuales y los cabecitas, con los profesionales y los punteros, con los progres y los cumpas y los apartidarios y los que se sumaron y se sumarán a la alternativa prácticamente excluyente para continuar impulsando un modelo de crecimiento sostenido con inclusión y la revolución cultural que nos lleva a abandonar el propio menosprecio y la postura sumisa ante los presuntos poderosos recuperando la conciencia histórica y los valores humanitarios esenciales.

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Si quedaste con ganas, te recomiendo este trabajo de Diego E. en "Apuntes de trasnoche",

5 comentarios:

Greta dijo...

Excelente Adán. Muy esclarecedor para alguien que no proviene del peronismo, como yo, pero que reconoce en el kirchnerismo, en Néstor y en Cristina, los mejores conductores no sólo de un proyecto de país, sino de un movimiento político.

Anyuletta dijo...

P
V

TERESA VERA dijo...

PARA MI EL PERONISMO ES PARTE DE MIS GENES, SOY PERONISTA DE ESAS QUE TIENE FOTOS DE PERON, VARIAS DE EVITA, OTRAS DE NESTOR Y DE CRISTINA, QUE ES FELIZ CUANDO ESTA EN UNA MARCHA, QUE CANTA LA MARCHA Y EL HIMNO CON PROFUNDO RESPETO Y AMOR, DE LAS QUE PREFIEREN LLAMAR EVITA A EVA, PORQUE SE QUE EVITA ES EVA Y QUE EL GENERAL ES PERON Y QUE EL TIO ES CAMPORA Y QUE EL PUEBLO ES EL QUE VA DE SU CASA AL TRABAJO Y DEL TRABAJO A LA CASA, DE LAS QUE SABE QUE LA UNICA VERDAD ES LA REALIDAD Y DE LAS QUE NO TIENE DUDAS DE QUE MEJOR QUE DECIR ES HACER, ESA QUE USA EL ESCUDITO, SOY DE LAS QUE EL PECHO SE LE LLENA DE MARIPOSAS CUANDO CRISTINA HABLA ANTE QUIENES SEA CON LA SEGURIDAD DE SABER QUE LO QUE DICE ES LO QUE PIENSA, SOY PERONISTA Y ENORMEMENTE FELIZ PORQUE DIOS ME PERMITE HOY VIVIR ESTE MOMENTO MARAVILLOSO.

Anónimo dijo...

muy bueno kumpa los peronista de ley sabemos apreciar lo bueno muchos no saben el verdadero nombre del peronismo abrazo

Ga. dijo...

Adán muchas gracias por este post. Me parece muy valioso tu trabajo, siempre. Te lo digo como peronista - kirchnerista y ciudadana argentina comprometida con este proyecto de país.

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