IV) Corpus: “Heréticos y templarios en las Cruzadas por la Despenalización del aborto”

  
  
Corpus
  
Continúo agregando mis lecturas a los abordajes virtuales hechos al mensaje audiovisual de Jorge Capitanich a la Mesa Interreligiosa Provincial del Chaco, tras el tardío shock producido -más que nada en la red- y la posterior sucesión de notas que he decidido incorporarlas en el Corpus, tal extensión filosófica y complemento de la Capitis para la acción. Advierto a los adherentes a alguna ética o religión, que bien pueden asimilar al Exordium como conciencia o alma y quedamos todas y todos contenidas y contenidos. O casi todas y casi todos...
  
  
IV-A) “El blog de Abel”
  
Para balancear con algo de hidraulicidad a esta suerte de bolsa de posteos que hasta ahora constituyen un mortero 1:1:3 (cemento-cal-arena), recurro a los publicados por Abel B. Fernández.
Y vuelvo a autorreferenciarme. Con la cuestión de los talibán a ambos lados de las Cruzadas que, es cierto, fogoneó la posición de Capitanich, he conocido -si bien, vía virtual- más profundamente a algunos, tanto de los heréticos como de los templarios de la coyuntura. Y nunca es malo conocer, pero quería decir que esta temática me ha ayudado, sin encasillar, a ampliar visiones vinculadas con las evaluaciones y las conclusiones de anteriores informes leídos sin tanta perspectiva de los perfiles de l@s bloguer@s. Nada, eso. Y va por tod@s l@s referid@s en esta saga y otr@s tant@s no agregad@s por motivos dados en cuatro dimensiones: espacio y tiempo.
  
Un post salió el mediodía del domingo 13: Coqui Capitanich y las guerras religiosas, remitiendo a varias notas de otros blogs -algunas ya incluidas arriba- para aportar otra mirada. A su vez -o mejor, a mi vez- lo agrego a modo de segundo diagnóstico, por decirlo dejándome caer en un lugar común. No obstante considerar la diversidad con matices y ‘matizas’, parece que el hecho de ser ambos peronistas y católicos ‘no practicantes’ hace que atendamos a esta medular polémica de una manera que -con un leve empuje- nos sacaría del lugar de las llamadas ‘minorías intensas’ y -con otro elástico envión- hasta nos correría de las dogmáticas misiones heréticas y templarias, aludiendo a pertenencias, estrategias y metodologías, no a convencimientos, luchas y compromisos. Aclaro que a esta altura no he definido si los heréticos y los templarios son los militantes del hipismo o del rezago de la izquierda progresista surgidos con la guerra de Vietnam o en el mayo francés y los incondicionales militantes obedientes a las estructuras eclesiásticas católicas, evangélicas, ortodoxas protestantes, judías, musulmanas y otras religiones. O viceversa. De todas formas se siente bien no estar encuadrado en alguna minoría intensa. ¿Puede ser gris o tibio?, ¿quizás popular o pluralista?, ¿acaso muy peronista?...
  
  
Y me adelanto a quiénes hayan pensado: “¡Oh!, ¡Pero Capitanich es gobernador!”
Y sí, es Gobernador de la Provincia del Chaco, ya no es Presidente de la Comisión de Hacienda y Presupuesto de la Cámara de Senadores de la Nación. Precisamente no forma parte del Poder Legislativo, ¿no? O sea, en esta no aplican las Normas ISO a las cuales se ajuste cada mensurador/a o supervisor/a, ya que no es una cuestión de calidad en la acción de gobierno ni en la cuantía humana o ciudadana. Y si lo fuera, el 16 de septiembre aprobó dos terceras partes de los incisos establecidos por el tribunal popular en las urnas, que no es poco como no fue poco el 65,6% de CFK-Amado… Algún/a amante de la superchería diría que aquel 66,6% fue obra del Anticristo.
  
Lo que me pareció el posteo de Abel B. Fernández está claro y va mi reacción inmediata:
  
  
  
En definitiva, vale leer la nota completa -incluyendo los comentarios, claro- aunque copio los párrafos que considero más descriptivos y adecuados para la reflexión:
  
Eva Row (13/11-14:48), además de la serie de discutibles proposiciones dadas axiomáticamente como al insistir con esa línea entre que “Perón no enfrentó a la Iglesia. Todo lo contrario… ” y que “Tal vez los incendios fueron desorbitados…”. Vaya, ¿no suena atrozmente contradictorio?
Es que cuando se quiere aniquilar hasta la memoria colectiva -al menos la ‘pullman’- la tarea es dura. Y, si encima se aborda desde los extremos al General, lo más probable es que su nada ortodoxa corriente de Kuro Shiva los haga caer por estribor. O por babor.
Hasta su cónyuge, Bob Row (14/11-5:19), luego del proverbial chicaneo de manual, escribió: “El conflicto del primer gobierno peronista con la Iglesia no se limita a su estallido en 1954 sino a los avances y retrocesos habidos desde -por lo menos- 1950…” aunque ninguno de ellos levante un ápice de sospecha sobre la progresía de mediados de siglo acólita a la conservadura más rancia de la Unión Democrática.
Y no, claro, para ciertos analistas es más llano aceptar la historia secular oficial de la excluyente exaltación de los desconcertados fanáticos peronistas mientras ellos -como niños- lo miraban por el Siete junto a sus padres.
Fiel a su metodología, Eva Row volvió a fustigar en otros lo que ella hace, por ejemplo, confundir “la discusión del aborto con la de la Religión y el Estado”. Tal vez olvidó que en ‘todo’ su posteo -ya comentado- cubrió su esquema crítico de la relación religión-Estado de modo excluyente, sin escribir un párrafo sobre el aborto…
  
Casiopea (13/11-16:03), en una breve y peyorativa intervención, concluyó que “Capitanich es tan verticalista… Con todo el derecho que tiene a su opinión, se arroga la autoridad de imponérsela a los que no las comparten… Un fascista nato neto.” Dicho por la vanidosa entregadora de Andrómeda, desafina… Y me pregunto si la reina Casiopea escuchó el mensaje audiovisual. Si lo hizo: o tiene graves problemas de interpretación o padece de paranoia agravada. Dicho con todo respeto y sin expertise psicoanalítico aunque sí pedagógico.
Y sí, no hay dos demonios pero tampoco ninguno, el real “derrape” es precisamente ese: endiosar y demonizar por creencias o falta de ellas. La réplica de una decena de bloggers de la minoría intensa del FpV (o del Cristinismo a secas) no es el trillado “juego a la derecha” pero la funcionalidad al clero se le parece bastante, si sólo fomentan reacciones destructivas que corren los ejes. De hecho, el tenor descalificador de las réplicas y las posiciones imperativamente intransigentes hicieron que termine -como en el Lockout patronal del 2008- impelido a ponerme firme del lado del más débil, no como Lanata y Papel Prensa.
El propio Abel (13/11-18:57) hizo un recorrido por los comentarios y sugirió sutilmente “que a la progresía, le resulta difícil entender que sus términos no son los de todos.” De haber visto antes este y otros posteos, quizá no habría invertido tanto tiempo en la saga…
  
Otro diálogo virtual interesante luego abierto se dio entre Ana (13/11-20:47), que citó a (Santo) Tomás de Aquino, y Casiopea relatando una experiencia cercana, quien remató: “si hubiera una política integral y verdadera de defensa de la vida, entonces debería haber un sistema que aliviara el estigma, que ayudara a las mujeres a terminar su embarazo y dar al hijo en adopción (Steve Jobs fue dado en adopción por su madre biológica), y sobre todo, una política excelente de educación sexual y control de natalidad para EVITAR los embarazos no queridos.” ¡Oia! ¿Me parece o hay puntos en común? Y replanteo mi interrogante: ¿Casiopea habrá visto los 10 minutos del mensaje audiovisual sin recortes?
Cuando se habla de esta cuestión de aborto seguro, libre y gratuito, mucho más que en las posiciones del Papa y el Gran Rabino o las teorías de uno y otro lado o en los sistemas de adopción estadounidenses en los '40 y ahora mismo, pienso desde mi almohada en dos cuestiones: en las miles de mujeres marginales que caen en manos de improvisados mercaderes del aborto temiendo no poder criar a sus hijos y en los miles de matrimonios que no pueden procrear y esperan infructuosamente algún/a niñ@ en adopción.
  
Y la cuestión se prolongó hasta la tardecita del día siguiente con comentarios provechosos, algunos más que otros. Así, el lunes 14, Abel Fer subió: Una reflexión sobre el aborto, copiando una de sus últimas intervenciones en el anterior. Un redondeo.
  
  
IV-B) “Ideas peronistas”
  
Y entre la noche del sábado 12 y la mañana del 13 (que no es con Madzedo Bobeddi ni Déboda Pédez Vódpid), a horas de los posteos de Bob y Eva Row intersecados por el de Carrasco, entre otros, Alejandro volvió a publicar sobre la cuestión “Despenalización del Aborto” pero ya a Cruzada declarada y titulando con chicana en gancho: Usted no opine, que ni blog tiene.
  
El compañero de IP radio introdujo reseñando las grietas que abre este debate en el Movimiento Nacional y los roles observados en los diversos actores:
  
Los comentarios, como siempre, aportan.
  
Desde el primero que efectuó Sirena, arrancando con sensatez para luego caer en la intolerante banquina de la paradojal equidad que abomina a quien piensa diferente. Lo que se dice, una clásica inclusión selectiva según parámetros sectoriales.
  
El compañero Ricardo cometió un valorable “fallido intencional” escribiendo Salisbury por Salud, en obvia alusión a la cuna de la filosofía cristiana medieval y foco renacentista para la reafirmación de la escolástica aristotélica del realismo moderado (tomá mate). Y luego citó a Valèry Giscard D’Estaing en su rol de católico “presidente de la República de un Estado laico”, pero sin considerar que nuestra Constitución -no obstante las reformas de 1994- sigue manteniendo una posición que, si bien ambigua y no confesional ni teocrática, no es laica.
Recordemos el Artículo 2º de “Declaraciones, derechos y garantías”:
Y ya que estamos contextualizando leguleyamente, estimo que en las Conclûsiônis agregaré lo que establece nuestro Código Civil al respecto...
  
Al fin de cuentas y cuentos, me percibo más cerca de lo aportado por la socialista agnóstica Andrea y, sobre todo, por Alejandro y Silvia, que sin dudas son peronistas y pueden tener incertezas como todos y todas, pero seguramente no relativas a la doctrina ni al espíritu del Movimiento Nacional Justicialista. Ni minoría intensa ni, mucho menos, descastada y expresado en ambos sentidos: el de no pertenecer a una tribu y el de asumir como patrón de conducta una indiferencia displicente. El peronismo, esencialmente, no es una cosa ni otra. Y no cazo brujas peronómetro en mano, sólo hago una reducción conceptual.
  
  
IV-C “Los huevos y las ideas”
  
El amigable tucumano Ricardo, el 19 de marzo del año pasado había subido al blog: Legalización del aborto, remitiendo a los Proyectos de Ley presentados y a una Tabla de la Dirección de Estadísticas del Ministerio de Salud de la Nación para apoyar su afirmación: “Se realizan aproximadamente 450.000 abortos al año en Argentina y las complicaciones del aborto representaron la primera causa de muerte materna en los últimos 20 años.” De última, no importa tanto cuántos ni cuántas sean, sino que bien pueden evitarse. Además, más que la Tabla 38 referenciada en la nota, la siguiente brinda mejor información al respecto:
  
  
De todos modos y sabiendo que bastante información queda velada, más descriptivo resulta el Gráfico:
   
    
La septicemia, como otras causas, puede no estar incluida en el 20,9% de mortalidad materna por embarazo terminado en aborto, del mismo modo que los valores estimados son de difícil pesquisa ya que las prácticas de cirugías para extracción de apéndice no tienen correlato preciso con las mujeres sin ese órgano…
Mientras el sistema proteja o consienta al aborto clandestino y no todos los médicos de la Salud Pública o Privada cumplan siquiera con los procedimientos establecidos para exponer -policía mediante- aquellos casos de evidente complicación infecciosa causada por prácticas sépticas, los datos relevados seguirán siendo meras especulaciones.
  
Cuando no se presenta correspondencia documental, cada arbitraria conclusión tiende a reforzar los intereses de quienes las plantean, ya sean Carrió y “Hannah Arrender” u Hotton y “Aleluyah the Rochester Hotels” o Macri y “bad-IDEA”, como Laurita Alonso y “Derpo Cuidado-no”, la Línea “Aborto: más información, menos riesgo” o el “CELS”. Incluyo a todos y todas, sin sesgos ni parcialidades. Cada quien tiene propensiones y compromisos previos: a veces son ideológicos, en oportunidades resultan financieros y las más de las veces los compatibilizan.
No es tan complicado conocer la banca de las diversas ONG’s y OSC’s y sacar conclusiones. Y si no, preguntale a la NED poniendo los huevos en varias canastas junto al vil metal y la contraprestada siembra de ideas e información, aunque la “Tribuna de Doctrina” aluda a Los cuatro grandes de la sociedad civil obviando al Instituto de Elisa Carrió, Diana Maffía y Fernanda Gil Lozano, como asimismo ignora al Coloquio de Macri y el alicaído Peronismo Federal, casualmente refiriendo a intereses y canastas: La “National Endowment for Democracy” de amplio espectro, coincide con la British Embassy para seleccionar a sus beneficiarios clientelares criollos…
  
  
Amigas y amigos, followers and followars: ¿Ustedes confían que las donaciones nacionales de USA y Gran Bretaña promueven el mejor funcionamiento de las democracias en Latinoamérica? Yo no, eh, ¡es que soy muy suspicaz!...
  
  
Y ya que estamos rascando “los huevos y las ideas” de varias canastas, pasemos al posteo del tucumano Ricardo del viernes 25 al mediodía: Las víctimas del aborto clandestino, que remonta a la nena salteña muerta por la infección generalizada debida al aborto practicado sin mínimas condiciones profilácticas ni adecuado control sanitario posterior y concluye con otro artículo del “Página|12”. Una nueva víctima del doble discurso que resiste transformar realidades o que las niega.

Justamente otro amigo norteño que supera la virtualidad, Enri de Salta, mandó un enlace periodístico al Twitter:
  
Y sí, conozco de ‘currander@s cinco estrellas’ y también de medias lunas y de las intervenciones y terapéuticas aplicadas. En mis años mozos, cuando estudiaba en Resistencia, algunos domingos iba a visitar a un ginecólogo viejo amigazo de mi pueblo, que por entonces era el Director del Hospital de Puerto Tirol. Un gran tipo.
Uno de esos gratos y cálidos fines de semana, mientras compartíamos un asado en familia, lo llamaron por una urgencia clínica y lo acompañé para encontrar a una pibita con el vientre inflado hasta provocar impresión, volando de fiebre casi delirando: sepsis por aborto casero.
Deduje que no se trataba de algo poco corriente: los primeros auxilios, la internación, las prácticas quirúrgicas de limpieza, los trámites para averiguar infructuosamente el lugar en que la habían masacrado, todo indicaba formar parte de un procedimiento que era obviamente familiar en el entonces pequeño hospital público. Pude saber que no murió la jovencita y no quedo estéril, ya que al cabo de un tiempo tuvo su tercer hijo. Recuerdo su cuerpo deformado por la infección y su angustiado rostro, su nombre, su vergüenza y su desconcierto, cada detalle.
Y no es cosa extraña, se repite más veces que lo que las estadísticas pueden indicar y sus consecuencias orgánicas, vitales y psicológicas son más atroces que lo que un documental o un artículo periodístico puede describir. Esa es la realidad, sobre todo la que viven y padecen miles de mujeres, las más de las veces solas y subrepticiamente como quien comete un delito aberrante. Hacen lo que pueden, no dudo de eso. Es lo que pueden hacer con sus limitaciones y amenazas en una sociedad hipócrita y con un Estado que recién ahora atiende algunas cuestiones relacionadas al tema pero sigue ausente y haciéndose el distraído en otras.

Volviendo al tweet que contesté al amigo salteño, me crié en una casa chorizo de esas de hace un siglo con la Farmacia al frente y el laboratorio para los preparados químicos contiguo al escritorio en que mi abuelo o mi viejo atendían a viajantes y proveedores. Desde mi infancia supe cuánto renegaban cuando venían las chiquitas del campo y la barriada a buscar algunas de esas drogas o hierbas abortivas o sondas, gasas y demás artículos para ser usados por las matronas en sucias covachas. No las vendían, ni a las sondas ni a las desdichadas pibitas... Algunas veces las persuadían para que intentaran llegar a término con el embarazo y las instruían sobre esas prácticas de alto riesgo y, también clandestinamente forzados por el mendaz sistema, cuando la decisión estaba tomada, estimo que intercedían ante algún/a médic@ que, al menos, les pudiese garantizar un aborto sanitario…
Y lamento haber entrado a lo íntimo y anecdótico, pero es una manera -que no me agrada y me incomoda- de dar la impronta de la crianza que me enseñó a decidir sin hipocresías ni formular dobles discursos: puede serse católico o tener la fe que se tenga se antagonice o se deje de tener, sin joderle la vida a nadie, sin ser juez de nadie más que de uno mismo, sin condenar a otr@s de acuerdo a las creencias personales.
  
  
Continuará acá mismo con:
 D) ¿Nuestra Crispación? - E) ¿Bajada de Línea? - F) ¿El blog de Abel? - G) ¿...?
[Ni idea, por ahora... Acepto sugerencias :¬)]
  
Y luego, en: V) Conclûsiônis: Heréticos y templarios
en la Cruzada por la Despenalización del aborto

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